jueves, 29 de septiembre de 2011

MEATPACKING BISTRO (Barcelona)





"Bienvenidos aquellos que están cansados de los tomates sin gusto. Creemos en la vuelta al producto, en la simplicidad, en el origen, en el sabor. Creemos en lo orgánico y en lo cercano."

"Bienvenidos los inconformistas. Las cosas se pueden hacer de calidad y a la vez asequibles. Es cuestión de proponérselo."

"Bienvenidos aquellos que no acaban de encontrar su sitio. Hemos querido crear un lugar sin pretensiones. Lo hemos hecho para nosotros y para nuestros amigos, que se sientan como en casa. Nuestra casa es vuestra casa."

Así como se recitasen las bienaventuranzas bíblicas se presenta Meatpacking Bistro en Barcelona,  un espectacular local que recrea la estética neoyorquina de los años 50... y su cocina, de la mano del decorador Lázaro Rosa-Violán (a sus pies!).







Empezaron hace cosa de un año, aunque sus dueños llevaban tiempo dándole vueltas al proyecto. Veían que a la ciudad le faltaba un lugar donde reunirse los amigos, donde pudiesen comer bien y cuya carta fuese agradable a todo el mundo. Querían una carta asequible, agradable, trabajada, cuidada e inspirada. pero lo llevábamos dentro desde hacía tiempo. 

Y en plena crisis se lanzaron a por todas y lo están logrando. Meatpacking Bistro en Barcelona está empezando a ser un referente, de momento es el lugar de moda, pero apunta maneras para mantenerse por encima de modas pasajeras.











Meatpacking Bistro ofrece una carta con platos muy sabrosos, inspirados en la cocina típica americana como la Hamburguesa Meatpacking , el Steak (Solomillo de Ternera), los BBQ Ribs, la Tuna Burger, todos ellos cocinados a partir de ingredientes de producción orgánica. 

El resultado, alimentos certificados, de mejor calidad sanitaria, más nutritivos y más sabrosos.







Es decir, verduras que persiguen la conservación del ecosistema, aumentando la calidad del suelo, aprovechando racionalmente los recursos renovables, y carnes de cercanía, sin antibióticos y sin hormonas. De ahí que su Steak Tartar se merezca una mención especial. 









También ofrecen desayunos, aperitivos en la terraza, menús de mediodía o take aways, cocktails, cenas rápidas o con sobremesa y las primeras copas los fines de semana.







Su brunch, al más puro estilo New York, consta de  pancakes caseros, yogurth orgánico con muesli y frutos rojos y smoothies. También huevos benedicte, florentine y norwegian, y todos acompañados de un pan distinto. Han creado una pequeña carta sólo para el brunch, y que incluye clásicos como el bloody mary y la mimosa, y 3 cocktails más de nueva creación: el  “Central Park”, el “Flower Power Sour” y  el “Morning Pick Me Up”. 

Un rincón donde sentir que los personajes de Friends pueden aparecer en cualquier momento por la puerto y pedir algo gritándole  a la barra.









Los artífices de este negocio reivindican la simplicidad, el origen, lo orgánico, la vuelta a los sabores naturales y el consumo sostenible. Se definen como inconformistas y con esta propuesta demuestran que se pueden hacer cosas de calidad y que a la vez sean asequibles.






El local está divido en dos estancias muy acogedoras y de estilo retro: El Bistro y el Café. Y ambas han sido diseñadas teniendo en cuenta hasta el más mínimo detalle, para ¡que te sientas como en casa!.







"Nos gustan los sitios que se saben reinventar, por eso nos hemos propuesto ser capaces de sorprenderte varias veces al día."




¡Allí nos vemos!

viernes, 12 de agosto de 2011

MURAMAR (Peñíscola)




Para los que están por la Costa del Azahar hay un restaurante, bueno hay varios, pero este en concreto destaca por su buena comida y por sus magníficas vistas sobre la bahía de Peñíscola.


Peñíscola es un lugar de visita obligada. Para muchos es un lugar de ocio y de edificios altos, pero los que realmente aprecian las cosas buenas y bonitas, pocas cosas habrá como el casco antiguo con sus empinadas callejuelas de casa blanqueadas, sus suelos de piedras puestas de canto y sus vistas al mediterráneo solo comparables a las de alta mar.


Y en pleno casco antiguo, donde comienzan las concurridas paraditas de artesanos encontramos el restaurante Muramar, un restaurante con buenos platos de la zona que hacen posible dejar de mirar las vistas, algo que nos parecerá imposible al sentarnos a la mesa.




Muramar consta de dos plantas. En la planta baja podemos comer en el interior, pero os aconsejo indudablemente pedir mesa en la terraza y junto al muro si es posible. Se está fresco y se disfruta del panorama  tanto playero como de los que callejean por Peñíscola (el restaurante se encuentra en zona peatonal). Además unas escaleritas de bajan a las rocas.




Pero si lo que se busca es algo romántico especial, sin duda la reserva se ha de hacer para las dos mesas de que disponen en la primera planta. Allí proponemos la opción cena y si es en verano aconsejamos estar in situ poco antes de las 9 de la noche para poder disfrutar de la puesta de sol sobre la bahía de aguas calmadas.

El color del cielo y del agua cambiará delante de los ojos.....vamos para no tener que hablar, solo mirar.



Y que podemos tomar en Muramar? De todo lo típico de la zona. Lo mejor es empezar con un pica-pica que en la carta es muy variado, aunque yo destacaría las torradas de anchoas, 


las navajas a la plancha,


como no, los típicos calamares a la romana,


 la ensalada de langostinos con yogur y nueces (especialmente deliciosa!) o


las almejas a la marinera, por decir unos cuantos.


Y después? Pues ahí al gusto de cada uno. Su paella, fideuà o mariscadas son espectaculares, pero también su carta de pescados es para paladares realmente exigentes.








Y para finalizar el anochecer en Peñíscola........